RODRÍGUEZ, SEARCHING FOR SUGAR MAN: El documental más impactante que se ha rodado sobre un músico...




     Hay historias que te marcan, y ésta es una de ellas. De la mano de mi amigo Carlos, siempre unos pasos delante mía descubriendo genialidades, hace unos dias conocí este historión que en poco tiempo será muy conocido pero cuyos "hechos" están aún demasiado recientes como para que a algunos, como a mí, nos haya pillado totalmente desprevenidos...

     Hablamos de un documental reciente ganador de un oscar (por eso digo hechos recientes), pero cuya narración se remonta al Detroit de los años 70. Con una realización excepcional, el documento nos cuenta cómo en esta ciudad, casualmente, unos productores cercanos a la Motown escucharon en algún bar a un obrero de la construcción que con su guitarra cantaba sus propias composiciones en los barrios marginales de esta ciudad; su nombre, Sixto Rodríguez, descendiente de familia mejicana. La limpieza de su voz, su acompañamiento acústico y sus historias sobre la vida dura de estos años, lo convierten en un potencial Bob Dylan, y no dudan en procurarle un contrato para catapultarlo a la fama.

     Publica con el nombre de Rodríguez dos ámbumes: Cold Fact (1970) y Coming from reality (1971), pero a pesar de reunir todos los ingredientes para tener unas buenas ventas, pasó totalmente inadvertido. Nadie compró sus discos, y dos semanas antes de la navidad del 71, tal y como recitaba en una de sus letras, es despedido de la compañía. Allí nadie supo atribuir un motivo concreto al fracaso, pues gozaba de todas las bendiciones de productores, críticos y músicos involucrados en el proyecto, pero el caso es que tras estos hechos, Rodríguez desapareció del mapa...

 

     De forma providencial, a los pocos meses alguien lleva una copia de uno de sus discos a Sudáfrica (cuentan que una chica americana cuyo novio vivía allí), y pasando de unos amigos a otros, vertiginosamente el disco se empieza a copiar en cassette y a sonar de forma habitual en miles de hogares. Se empieza a expandir primero mediante copias piratas, hasta el punto de que un sello independiente y posteriormente otros dos, concretan un acuerdo para publicar oficialmente el disco en este país, y lo hacen de forma masiva.
     El éxito es tan sonado que pronto se convierte en un gran ídolo de la juventud, y sus canciones sirven como detonante intelectual en el ferviente movimiento antisistema que cunde entre la población blanca. Así como toda revolución tiene un himno, la ideología antiapartheid se sirve de los ideales de libertad y la inspiración de las letras de Rodríguez para hacerse fuerte contra la censura y vigilancia del régimen, hasta el punto de ser prohibida su reproducción en las emisoras de radio. En unos años, llega a ser más popular que los Beatles, los Rolling o el mismo Elvis, pero nadie sabe nada de este artista del que sólo se conocen dos discos y que "probablemente sea uno de los cantantes más famosos de la historia".

     En esta búsqueda de información por parte de sus fans sudafricanos, que nada sospechan del desastre comercial en Estados Unidos, llega el rumor de que su ídolo Rodríguez tuvo una crisis personal y profesional importante que le llevó a dejar la carrera, hasta que poco tiempo después alguien le proporcionó un pequeño contrato para una actuación en directo, en algún local perdido en el norte de América; lo que pudo ser el reencuentro con su público, pronto derivó en una aguada actuación con burlas y críticas despiadadas, de modo que en un momento determinado decidió que iba a cantar su última canción, suicidándose encima del escenario al término de la misma.

     Con todo este caldo de cultivo, sin los accesos fáciles a la información que hoy tenemos, dos sudafricanos que no se conocen entre sí, un propietario de una tienda de discos, y un periodista, se embarcan en la aventura de averiguar qué pasó con este artista que ya se ha convertido en mito. La investigación les llevará a coincidir en la búsqueda y a iniciar una serie de descubrimientos sorprendentes.

     Si fascinante es la historia de esta artista y su búsqueda al otro lado de América, no es menos fascinante la forma en que el productor del documental se topó con la misma. Un sueco llamado Malik Bendjelloul, se embarca en 2006 en un viaje por África buscando una historia para su primer largometraje, cuando acabó en Ciudad del Cabo entrando en una tienda de discos cuyo dueño se apodaba Sugar. "Me pareció un alias gracioso y le pregunté por él" -así oyó hablar por primera vez de Rodríguez-. "Era una historia tan extraordiaria que me cuestioné por qué nadie allí había hecho una película."

     El documental, arropado por la crítica al más alto nivel, se convierte en una auténtica lección de buen gusto por alguien que obtiene un resultado exquisito invirtiendo hasta el último céntimo y con no tantos medios materiales. La elección de entrevistas, imágenes, montaje y la excelente banda sonora (lógicamente extraída de los dos lps de Rodríguez), convierten a Searching for Sugar Man en una obra de arte que todos, especialmente los amantes de la música y de historias humanas, estamos obligados a ver. Y como muestra de la calidad de esta obra, estos son los galardones acumulados hasta la fecha:

AñoPremioCategoríaReceptor(es)Resultado
2013[6]Premios ÓscarMejor documental largo.
Ganador
Premios BAFTAMejor documental
Ganador
Critics' Choice Movie AwardsMejor documental
Ganador
Premios WGAMejor guion de documentalMalik BendjelloulGanador
Premios del Sindicato de Directores[7]Mejor dirección en un documentalMalik BendjelloulGanador
Producers Guild of America Awards[8]Mejor producción en un documentalMalik Bendjelloul y Simon ChinnGanadores
2012[6]Premios del Cine Independiente BritánicoMejor película independiente internacional
Nominado
Consejo Nacional de Crítica de CineMejor documental
Ganador



    Y ahora, si me lo permitís, dos consejos, o mejor, dos ruegos:

    1. No busquéis más información en internet sobre este tema, pues se os desvelarán las magníficas  sorpresas que esconde el documental.
     2. Compradlo, descargadlo, o haced lo que haga falta, pero no dudéis en ver esta joya y disfrutarla como se merece; os enriquecerá la vida...




Comentarios

  1. Cucha qué casualidad que hace un mes o así lo estuve buscando, al final no lo encontré en peliculas yonkis y ya se me olvidó volverlo a buscar... Se ve que en Sudáfrica podías comprar su disco pero le rayaban en los vinilos las canciones que no interesaban al gobierno que escuchase la gente.

    Rabo

    Rocío B.E

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  2. El documental es flipante Rabo, y está muy bien montado. Cuando lo tenga te lo dejo ok???

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